Ponia los posters con tornillos. Sujetaba los post it con clavos. A primera vista parecia un demente más. Pero sus motivaciones eran profundas. Su grupo ultracristiano le daba directrices claras. La química era un tipo más de magia negra. No te podías fiar de que la adhesión química no te jugara algun día una mala pasada.
Sin embargo los clavos que sostivieron a Cristo nunca dejarían que este cayera al suelo.
Joder, este fue grandioso. Qué tiempos, el siglo de oro condensado en una semana. La semana de oro de Arranca Momia.
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