Thursday, April 28, 2011

#42

Tomarse muy en serio que las grandes obras literarias surgen de almas atormentadas. Pensar que hay que sufrir para escribir algo bueno y darse latigazos para conseguirlo. "¿Que no estás inspirado? ¡Pues toma! ¡Zas, zas!" y darse latigazos muy fuertes en la espalda. "¡Toma!". Aumentar el nivel de martirio para conseguir mejores capítulos o escenas más interesantes. Descubrir que diferentes tipos de dolores vienen bien para distintos momentos: las pinzas en los pezones proveen de ágiles y divertidos diálogos, las astillas en llamas entre las uñas van muy bien para escribir buenos ensayos, los cilicios son mano de santo para escribir sonetos, etc. Llegar a un punto en el que no se pueda escribir nada sin dolor. Tener que pincharse con un alfiler para escribir la lista de la compra.
Cortarse un dedo para escribir la gran novela del siglo XXI.

2 comments:

  1. Es como vender tu alma al diablo de alguna forma. Revisitar el mito de Fausto, pero ahora la gente no tiene miedo al diablo y sí al dolor. El dolor es el nuevo satán.

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  2. La nota positiva podría ser que encontrar a los mayores creativos de la época sería mucho más fácil, sólo habría que recurrir a los más reventaos... bueno ahora es lo mismo pero con drogadictos jejeje.

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