Friday, July 1, 2011

#105

Un tipo peculiar, ecologista de los de bici y cáñamo. Un día se hace una herida en el dedo, y Dios sabe por qué, se le ocurre liárselo con una tira de Finisimas Campofrio, Jamón cocido vamos.

Que loco no, piensa que lo mejor para curar a la carne, es la carne. Una tirita de jamón york. Y lo peor es que funciona como nadie esperaba, no solo le cura sino que a los dos días la tirita pasa a formar parte de su cuerpo. Su dedo y el york se hacen uno. Espera, espera, ¿es esto posible licenciado? Bueno técnicamente si, las células del cuerpo ante una situación tan desesperada echaron mano de lo que tenían más cerca, y construyeron su muralla con células muertas del cerdo primigenio. En si no ha habido milagro por ningún lado, todo entra dentro de las amplias tragaderas de la ciencia. Joder, si la ciencia lo dice.

Y bueno lo demás ya os lo imagináis, El Pozo patentando tiritas, vendajes encefálicos de panceta, uniones de fracturas óseas de jamón serrano, en fin la tecnología al servicio del hombre.

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