A primera vista era nadie lo podía saber. Era un chico normal, casi gracioso, y divertido. Nos juntábamos con él a menudo y nos lo pasábamos bien. Me hizo falta un tiempo para darme cuenta. Me hicieron falta bastantes fotos para verlo. Pero cuando lo sabias era totalmente visible.
Nos íbamos a hacer una foto de grupo, nos poníamos todos juntos, y sucedía. Si te fijabas bien podías ver como él se iba recolocando, buscando el hueco, generándose su espacio. Eran acciones sutiles, un codo por aquí, un desplazamiento en el último momento a la derecha, subirse a la espalda de alguien, ahuyentar a otro lamiéndole la oreja. No importaba el arma que usase, pero siempre funcionaba, Siempre salía en las fotos rodeado de un espacio vacío alrededor de su cabeza. El espacio justo para el cuadrado de la etiqueta del Facebook. Era uno de ellos. Un PURISTA DEL FACEBOOK.
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