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Al salir de un supermercado, aquí en Suecia, encontré una máquina que expendía papel de regalo echando una moneda. Insertas una monea de curso legal en la ranura y puedes coger un metro de papel de regalo. Joder, hacer lo mismo con el papel higiénico en los baños públicos. Terminar de cagar y tener que echar una moneda por unos cuantos rectángulos de celulosa. El problema surge cuando no tienes monedas suficientes para realizar una limpieza exhaustiva. Estás suelto pero no llevas suelto. ¿Paradójico verdad?. Mi intención es advertiros, porque esto puede ocurrir. Existe la tecnología que lleva a cabo esta praxis, recemos para que esta idea no caiga en malas manos y el papel higiénico siga siendo un derecho inherente al ser un ano.