Existen fronteras invisibles en la humanidad, barreras
conceptuales que hacen que la incomprensión crezca entre los que estamos a un
lado y los que están a otro. Hoy, 02/12/2011, os traigo, aquí al blog, una muy
sutil.
Todo el mundo sabe que la densidad del aire baja cuando
ganas altura. Y todo el mundo intuye que el aire suele ser más denso que las
ventosidades, por lo cual cuando soltamos una sube y se expande. Esto tiene un
corolario. Hay una altitud, una barrera, a partir de la cual el aire es más
ligero que los pedos, y por tanto los pedos, al ser tirados, bajan al suelo.
Amigos, si, hablo de países como el Tíbet. Allí nadie en su vida ha olido un
pedo. Esa, y solo esa, son la raíz del budismo y la consecución de la felicidad
máxima. No saben lo que es ese olor que te amarga la vida. Pero no todo es
felicidad, la concentración de pedos en el suelo provocó durante milenios
inmensas explosiones cuando a alguien se le caía una cerilla al suelo. Pero
bueno lo solucionaron, los cilindros dorados esos gigantes que hacen girar, no
es por religión. Cran un vórtice que hace ascender el gas hacia arriba y lo
extraen dela zona de riesgo. Son estas incomprensiones culturales, y todas las demás
consecuencias de un mundo con pedos por el suelo, la que conforman esa barrera
invisible que nos aleja a unos de otros.
Me ha gustado mucho el razonamiento. Siguiéndolo, hay altitudes en las que se acumulan todos los pedos. La gente que vive ahí, ¿qué?
ReplyDeleteLa gente que vive ahi? que? como que que? pues muere? quien va a vivr ahi? alguna cianobacteria supongo.
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