Un Anciano de 72 años, que una noche decide salir a follar. No puede decirle a sus ligues que ha sido toda la vida médico de familia, por miedo a que le fastidien la noche de sexo con una conversación sobre sus enfermedades y las de sus amigas (mucho más llevaderas que la suya propia)
La idea de que se inventa una profesión alternativa que acaba acarreándole conversaciones igualmente indeseables. Dice que es kioskero y acaba comiéndose comentarios sobre la portada del Pronto de los últimos 6 meses.
ReplyDelete