Esta es demencial, agarraros porque os va a dar vueltas la
pajarita.
Vas por la calle, pensando en tus cosas, a tu movida, en tu
cheese. De pronto quieres saber la hora, no sé para qué, es igual, te hace
falta ubicarte temporalmente, y no llevas contigo la posibilidad, el
dispositivo adecuado.
Ves un hombre que pasa por lado con un libro agarrado en una
mano, tiene pose de educado y culto, y ves la luz. Este hombre seguro que
dispone del dispositivo y la voluntad de ubicarme temporalmente. Y le
preguntas.
Y aquí viene, eh, ojo. El tío se para, abre el libro por una
página, la mira. Y te dice “las 14:32”. Ale, deglute esa. El tío ya se ha ido,
no puedes preguntarle nada. Solo te queda seguir viviendo con ese pixel muerto
de la realidad.
Y bueno esto era, esa era la gran idea. Esto ya no es
necesario, solo quería concluir así.
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