Lo de hoy ha surgido como surgen las cosas que no tienen mucho sentido. Un grupo de amigos que planean una empresa para forrarse y llamarse empresarios, ser sus propios jefes y mandar al cuerno su vida actual. Florece una academia de idiomas, concretamente de francés. Deciden que el francés es el futuro y deciden que el toque de distinción, la calidad, el despunte será que los profesores irán vestidos con frac. Lo tienen muy claro. El nombre está clarísimo. Francés, Frac, academia... ya está. La FRacademia.
FRACADEMIA
No va nadie. La gente asocia la fracademia al fracaso. Son profesores nativos, muy buenos, muy elegantes, pero nada puede luchar contra las sinapsis lingüísticas, y cuando digo nada es nada.
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