La idea de pedirle consejo cinematográfico a un negrillo mantero. Estudiar bien su repertorio y al no decidirte preguntarle cual te recomienda. Joder peor no así en broma, soltarle un rollo del copón sobre tus gustos y tu deriva estética en los últimos años hacia un cine más austero. Y luego esperar su respuesta, que te aconseje, que te ofrezca esa perla que sabes que tiene, que la saque de la bragueta. Toma amigo, la última de Von Trier.
ja,ja muy bueno!
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